No hay que saber todo, sino saber quién sabe…
O de cómo el User Generated Content hace que ya no necesites siquiera tener el número del que sabe para llamar y preguntarle.
Esta semana decidí que era momento de volver a leer el Innovation Handbook 2018. Tanta información, preguntas que nos hacemos, tendencias que detectamos… y es que a veces estar en medio del frenesí de la transformación no nos permite ver cuánto te has transformado. Quizá como aquello de que no suelo notar lo rápido que crecen mis hijos, hasta que me detengo a contemplarles.
Me detengo en un concepto no solo porque es interesante, sino porque tomó gran valor en una conversación con un cliente. Hablábamos de cómo el aprendizaje evoluciona y cuál es el rol que esperamos hoy de los formadores, dado que no es conocimiento lo que ofrecemos: a fin de cuentas, el conocimiento ya está allí. Comentamos en un proyecto concreto cómo íbamos justamente a capitalizar todo ese conocimiento que sí existe, sobre todo para asegurar que se comparta entre todos.
User Generated Content es el contenido producido directamente por cualquier persona que trabaja en la organización.
Y claro, de allí al apartado del innovation handbook en que hablamos de UGC (User Generated Content) había un paso lógico, así que “abrimos” el handbook juntos y pensamos en más ideas.
Comparto aquí algunas claves.
User Generated Content es el contenido producido directamente por cualquier persona que trabaja en la organización, para ser compartido con sus compañeros: por ejemplo vídeos en YouTube o canales específicos, posts en las redes sociales corporativas, wikis, casos de estudio. En muchos casos son esenciales para cuando alguien necesita tener acceso a un conocimiento colectivo o experto en una organización (tengo una amiga que ha hecho un vídeo sobre cómo actuar cuando se traba el papel en la bandeja de la impresora… ejemplo interesante).
¿Por qué cada vez hay más User Generated Content?
Es fácil concluir que es porque hay muchos empleados conectados, que consumen tutoriales o videotutoriales y que están acostumbrados a compartir con otros lo que les pasa, lo que saben, lo que han logrado.
Además, tienes un evidente beneficio como consumidor de UGC: quien ha generado esto es alguien que trabaja contigo, en tu empresa; por lo tanto, aceptas y valoras que lo que le pasa, que la forma de resolverlo, que los recursos que utiliza… están a tu alcance. Esto le da mucha credibilidad al contenido, posiblemente más que la que una persona “de fuera” te pueda proveer. En mi experiencia como formador siempre he disfrutado y aprendido en las sesiones de seguimiento y en las de presentación de best practices / lessons learned. Esa doble vertiente de “tú me lo has dicho, pero ahora que XX lo aplica tengo la certeza de que yo también podré aplicarlo”…
¿Y qué función cumple ahora la unidad de L&D?
Evidentemente el UGC obliga a quienes tengan la función de L&D a invertir en curación o clasificación de contenidos, y evidentemente en generar sistemas de prescripción / distribución. Mucha información, o información dispar, puede ser tanto una ventaja como un inconveniente. El Handbook habla sobre las responsabilidades de L&D en relación con el UGC, y brevemente las resumiría en:
- Proporcionar los medios de producción y facilitar las reglas básicas de desarrollo.
- Garantizar contenido de calidad, relevancia y consistencia (y si es posible un sistema de ranking basado en likes o recomendaciones)
- Posicionar el contenido informal (UGC) armonizándolo o mezclándolo con el formal (el dirigido por L&D. Integrarlo en los sistemas y redes corporativas, crear comunidades de expertos, hacerlo más “social”.
En pocas palabras, L&D debe mantener un observatorio constante, curar y socializar el contenido. Casi como cualquier persona que se dedique a impartir formación sabe, a conciencia, que nuestra misión es facilitar el aprendizaje, y para ello no alcanza con saber, ni con compartir, ni con formar, sino que también es más que importante hacer que los formandos hagan y compartan entre ellos.
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