Transformación Digital

Redes sociales internas, la última tendencia

Un entorno cada vez más global y digitalizado da como resultado nuevas formas de relacionarse y de comunicarse. En este escenario, herramientas como las redes sociales han demostrado ser perfectas aliadas a la hora de vehicular nuestra marca personal y profesional y para articular nuestras relaciones con familiares, amigos o contactos de trabajo, en especial con los que están lejos. El Estudio Anual de Redes Sociales en España 2018, elaborado por Interactive Advertising Bureau, revelaba que el 85% de los internautas de entre 16 y 65 años son usuarios habituales de las redes sociales. Asimismo, el estudio ponía de relieve cómo cada internauta frecuenta una media de 4,7 plataformas distintas.

Sentimiento de comunidad dentro de la empresa

Con estos datos tan alentadores no es de extrañar que los responsable de RRHH y los de Comunicación Interna de las compañías hayan decidido aunar esfuerzos para poner el potencial de esas redes sociales al servicio de la compañía, lo que ha dado como resultado el nacimiento de un concepto relativamente reciente, el de las redes sociales internas o corporativas. Su potencial como catalizador de información y como medio de comunicación entre todos los escalafones de la compañía es incuestionable; como también lo es su contribución a la creación de entornos laborales colaborativos, donde las partes interactúan el pos del bien común.

La implantación de las redes sociales internas se nutre de las nuevas tecnologías y de los dispositivos inteligentes cuyo uso masivo a nivel laboral es ya una realidad. Ambos elementos, tecnología y uso de las RRSS por parte de la sociedad, hacen especialmente interesante su uso en el entorno empresarial.

Se trata de aprovechar la inmediatez y la ubicuidad asociadas a las nuevas tecnologías para crear nuevos contextos virtuales donde los empleados tienen a su alcance información corporativa, planes de formación y desarrollo, beneficios sociales que ofrece la empresa y todas las novedades relativas al negocio.

Pero no solo eso, algo que ya ofrecían las intranets o portales del empleado, sino que, gracias a las redes sociales internas, los trabajadores pueden interactuar entre sí, intercambiar informaciones y opiniones, contenidos formativos que han servido a uno u a otro o conocimiento a través de links a webs, revistas, blogs, etc. El intercambio es constante, con lo que el sentimiento de conjunto se incrementa.

Interactividad, elemento clave

Otra ventaja de las redes sociales internas reside en su potencial para retener el talento. Se habla mucho de ellas como herramienta para atraerlo, pero no tanto para fidelizarlo, cuando a través de ellas puede potenciarse la motivación, el orgullo de pertenencia y el compromiso de los empleados, algo que redunda en una mayor productividad. Ya lo apuntó un estudio de Mckinsey&Co en 2012: el uso de una red social corporativa podía incrementar la productividad de los trabajadores del conocimiento en torno al 25%.

Las más populares hoy en día son Slack, Yammer y Confluence. Todas ellas comparten la necesidad de un compromiso e implicación real por parte de los mandos directivos e intermedios de la organización, en tanto que la interactividad es clave. Y es que se conoce que la comunicación del siglo XXI será interactiva o no será.




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