Hace años atrás se publicó un estudio sobre el impacto de Bob Esponja en los niños.
La velocidad de la historia, de la transición en las imágenes, interpreta una sociedad que corre y busca lo instantáneo.
La serie, orientada a niños, un éxito de hace unos años, podría ser la serie que nos identifique a nosotros. Ahora.
Me atrevería a decir que casi no existe persona con conexión a internet que no haya buscado, consultado, comprado, reservado, leído… algo a través de la red. Esa actividad nos ha transformado en personas impacientes, abocados a la instantaneidad.
Incapaces de esperar. Si pedimos una pizza, la queremos ya. Si compramos un libro, lo queremos recibir ya. Si navegamos por algún sitio, no consentimos que tarde en bajar la imagen…
La velocidad es nuestro sino.
Gráfico vía Mckinsey (USA)
Necesitamos respuestas inmediatas sabiendo que todo puede ser encontrado y respondido a través de internet.
Este nuevo paradigma de vida enfrenta a las empresas a una transformación digital completa que revise la experiencia que los clientes viven.
Experiencias de clientes que buscan, esperan encontrar y desean respuestas rápidas.
Como clientes: exigentes y digitales,
Como empresas: frente al gran desafío de cambio.
Ya no se trata de cobrar o publicitar online.
El desafío nos empuja a revisar la maquinaria completa de nuestras empresas para alinearlas a las nuevas exigencias del mercado.
Quienes somos, que sabemos hacer, cuales son las nuevas habilidades y competencias que se nos requiere para este cambio.
Los 27 indicadores usados por la Harvard Business Review en su último informe sobre empresas digitalizadas, son clasificados en 3 grandes grupos:
Activos digitales, Uso digital y Trabajadores digitales.
En el mundo de los activos, hemos realizado un gran esfuerzo de inversión. Tecnología, redes, aplicaciones. El uso se ha extendido en la relación con clientes y banca.
Gráfico vía PwC
Sin embargo es el tercer aspecto el que marca la diferencia. La puesta a disposición de los recursos digitales a los equipos de trabajo. La digitalización en el puesto de trabajo, la integración y uso en los procesos, es donde la transformación digital cobra verdadera vida.
No podemos dejar de lado que, las empresas líderes tienen equipos 13 veces más digitalizados que las empresas de su competencia.
Así pues, esto es mucho más que ir rápido. Es más que simplemente comprar o usar. Para lograr mayor rentabilidad, mejores estructuras de costes, etc. no solo debemos decir “lo quiero”, sino, asegurarnos una correcta y clara estrategia unificada, el compromiso del equipo directivo, una eficaz comunicación a la organización, y una profunda y seria revisión de procesos junto a la formación en competencias digitales de nuestros equipos.