Transformación Digital

La marketinización de la formación: Aplicación del Bigdata en los procesos formativos

Estarás preguntándote qué pretendo decir utilizando en una misma frase dos términos tan, aparentemente, distanciados como el marketing (permíteme la licencia de adjetivarlo) y la formación. Dos términos que en el mundo de la empresa forman parte de departamentos muy distintos, de hecho, en muchas ocasiones pugnan por partes del presupuesto corporativo. Pero, si nos ceñimos a uno de los significados de marketing veremos que es el conjunto de actividades destinadas a lograr, con beneficio, la satisfacción del consumidor (entendido como individuo o segmento) mediante un producto o servicio. Pues orientemos este conjunto de actividades a satisfacer al consumidor, al participante de la formación.

Pero, teniendo este aspecto en cuenta: ¿Con qué herramientas cuentan los gestores de la formación para conocer y satisfacer a los participantes? Sin duda, una de las herramientas más novedosas y poderosas que tenemos nos la ha aportado la tecnología: El Big data: Almacenamiento  y tratamiento de grandes cantidades de datos y procedimientos usados para encontrar patrones repetitivos dentro de esos datos. Con objetivos como:

– Lanzar campañas y/o acciones orientadas, exactamente a los participantes que quieren y necesitan recibirla.

– Mejorar la comunicación con los participantes, creando relaciones más sólidas.

– Incrementar la percepción de calidad entre los participantes, al ver cómo la organización se preocupa y adapta a sus intereses y necesidades.

¿Cómo impacta el Big Data en la formación, concretamente, en el e-Learning?

La respuesta va ligada al enunciado del artículo. Podríamos recurrir a manidas expresiones en el ámbito de la formación corporativa, tipo: ya no vale el café para todos. Y es, exactamente, donde impacta el mayor beneficio de aplicar tecnologías de Big data al mundo del e-Learning. Permitiendo crear y/o adaptar acciones formativas para segmentos específicos de la organización, incluso a individuos que tengan un perfil concreto en sus pautas de comportamiento. Para ello, se analizan aspectos como el nivel de conocimiento previo, habilidades con la tecnología, comportamiento en el espacio de formación, acceso a información dentro de ese mismo espacio, evolución en las diferentes acciones formativas previstas, logros en las mismas y así un largo etcétera de información que dibuja el perfil exacto del participante, sobre todo, sus objetivos y sus necesidades. Para, con este conocimiento, se crean acciones formativas tan diversas como patrones de conducta tengan los individuos de una organización.

A continuación, os presento algunos de los beneficios que nos aporta la aplicación Big Data al e-Learning:

Pero, por proporcionar una conclusión al artículo: El Big Data permite ofrecer una formación mejor adaptada a los objetivos y necesidades de los participantes, incluso, avanzándose a que los propios participantes lo expliciten. Todo ello con un conocimiento de los hábitos de comportamiento de los mismos. Reduciendo el abandono y la desidia que los participantes muestran por la formación virtual y mejorando la percepción de calidad de este tipo de programas formativos.  ¿Cómo? Marketinizando la formación: adaptándola a las necesidades de los consumidores, participantes.

“Crear una acción formativa puede resultar sencilla, lograr que con ella todos los participantes tengan la misma sensación de aprendizaje y satisfacción es vital”

Autor: Jordi Herrera Cuenca, Gerente en Cegos España