Si nos fijamos en las tres revoluciones económicas que nos ha tocado vivir a la humanidad podremos contemplar que todas ellas tienen un elemento en común: todas han supuesto una transformación en los ámbitos económicos, tecnológicos y sociales. La primera revolución industrial que se originó en Inglaterra (mediados S.XVIII) representó un cambio de un modelo de vida rural a un modelo más industrial; la segunda (S.XIX) introdujo cambios en las fuentes de energía y los sistemas de transporte y la tercera revolución (principios del S.XXI) trajo consigo cambios en el ámbito de la optimización de recursos energéticos y tecnología. De esta forma: ¿Qué aporta la cuarta revolución o la era de la digitalización?
Empezaré por introducir una breve definición de lo que significa la digitalización: es el uso de todos los medios tecnológicos disponibles para adaptar la producción y los modelos de negocio de las empresas a los nuevos comportamientos de los consumidores, persiguiendo un mayor bienestar de estos, una optimización de los recursos y una reducción de costes. La digitalización implica:
• BIG DATA: Recoger, almacenar, analizar y explotar la información que se requiere en todo proceso comercial. Este hecho permite a las compañías: conocer conductas futuras en sus consumidores, analizar los elementos percibidos como valor añadido y generar una cadena de valor que se adapte de mejor manera a las necesidades de los consumidores.
• CLOUD COMPUTING: el Cloud Computing consiste en el procesamiento informático y de datos de manera remota desde entornos virtuales. Este hecho permite generar propuestas de valor para los consumidores desde lugares remotos. Esta manera de trabajar permite también a la industria controlar los procesos productivos a distancia. Desde el funcionamiento de una máquina hasta el análisis de datos de la producción.
• Internet Of Things (Internet de las cosas): o interconexión de todos aquellos elementos implicados en la cadena de valor de un producto y/o servicio que se ofrece al consumidor. En este ámbito nos encontramos con la sensorización (Smart meters) o la monitorización en remoto de múltiples indicadores que permiten un control exhaustivo y en tiempo real de todos aquellos elementos implicados en un proceso productivo o servicio que se ofrece al consumidor. Asimismo, la conexión “machine to Machine” permite interconectar diferentes máquinas en remoto con el objetivo de intercambiar información de una manera rápida, facilitando el análisis y explotación inmediata de los datos y, por último el aspecto “Machine Learning” es la capacidad que tienen las propias máquinas de aprender a partir de la experiencia que se registra en ellas mismas. De esta manera pueden ir perfeccionando su actividad y relación con el proceso productivo y/o servicio que ofrecen.
Si nos fijamos en los principales ámbitos que la digitalización recoge en el sistema económico, observamos que tiene en la información el elemento clave de mejora y competitividad. Tanto por conocer al consumidor, como por optimizar procesos productivos, análisis de desviaciones, previsiones…
La digitalización no es una opción con la que cuenten las empresas y organizaciones…
… la digitalización es el camino hacia la competitividad, hacia el crecimiento en ingresos y la reducción en costes, pero es, sobre todo, el camino a ofrecer la mejor solución a las necesidades de los consumidores. Es la palanca para la definición de nuevos modelos de negocio claves para el éxito económico. En España contamos con algunos sectores (Medios de comunicación, comercios minoristas, banca, telecomunicaciones) en los que la transformación digital es, cada día más, un hecho en consolidación.
Por poner un ejemplo: en nada tiene que ver el sector tradicional del turismo que conocemos de finales de los 80 con el actual modelo de negocio que impera. Hace tres décadas eran los tour operadores aquellos que unían la oferta en turismo con la demanda del consumidor. Eran los que contaban con la información de los mejores paquetes turísticos, los mejores precios y las mejores valoraciones. Pero con la llegada de la digitalización, el modelo de negocio ha cambiado de manera considerable: por un lado, las empresas cuentan con herramientas que les permiten conocer la posible demanda a futuro y los elementos percibidos como valor añadido, así como los comportamientos concretos de sus consumidores y, por otro lado, los propios consumidores cuentan con múltiples herramientas que les permiten conocer la oferta y tomar la decisión que mejor se adapte a sus necesidades.
Si todo hace indicar que el único camino es la digitalización. ¿Por qué en España estamos tan lejos? ¿Por qué solo sectores como las telecomunicaciones y la banca se sienten preparados para afrontarlo? En el próximo artículo analizaremos las trabas que se encuentra el proceso para su desarrollo.