Transformación Digital

El poder de las emociones en la estrategia digital

Cada día que pasa somos invadidos por más y más impactos publicitarios. Muchos de ellos nos molestan y estorban, pero otros muchos son casi imperceptibles. Han pasado ya a formar parte de nuestras rutinas diarias y se camuflan entre otros muchos impactos publicitarios más agresivos.

¿Cómo nos afectan las estrategias de marketing digital?

Lo cierto es que nada forma parte de la casualidad. Los olores, la disposición de los productos en una cadena de supermercados, la luz o la música forman parte de un proceso estudiado a conciencia con el objetivo de atraer la atención del usuario sobre lo que uno quiere, incluso para retenerlo más tiempo en el establecimiento o abrirle el apetito cuando éste se dirigía a comprar otro artículo.

No es que como clientes ‘piquemos’ cuando estamos haciendo cola y compremos chicles, chocolatinas o caramelos. Es simplemente que estamos siendo más sensibles a una estrategia digital diseñada a conciencia pensando en nuestro comportamiento y buscando una reacción concreta.

 

Sin embargo, nada de esto es nuevo, lo que sí lo es más, es aplicar el neuromarketing a la estrategia digital. ¿Cómo podemos enamorar a un cliente que no vemos?

Las emociones juegan un papel fundamental, y con ellas, la experiencia del cliente.

¿Cómo mejorar nuestra estrategia digital utilizando las emociones?

En el proceso de decisión, es fundamental que el cliente tenga claro en todo momento las dudas que puedan surgirle. Los beneficios y características deben estar visibles en todo el momento, evitando que queden preguntas sin resolver que hagan pensar al usuario que ésta no es la decisión correcta.

Nos gustan las historias, porque acercan un producto o servicio al lado más humano. Que los clientes expliquen por qué han adquirido un servicio, qué dificultades tuvieron y qué beneficios han obtenido de la adquisición del mismo, provoca una reacción positiva en el cerebro del comprador. Se siente identificado con otros usuarios, que tenían el mismo problema y han encontrado en el producto/servicio la solución.

El hecho de incluir evaluaciones de otros usuarios es un arma muy poderosa para el cerebro humano. Saber que otros usuarios han elegido esta opción y que están satisfechos, lanza un claro mensaje al cerebro humano: ‘la decisión que estás tomando es la correcta’.

Sé el océano azul de tu cliente. Diferenciar tu producto o servicio al máximo hará que el cliente se decline por tu opción. Si se encuentra en una encrucijada en la que varios le ofrecen lo mismo, el cerebro no sabrá cómo decidir. El número mágico aquí es 3, al cerebro le da seguridad elegir entre tres opciones. Asimismo, jugar de forma acertada con las imágenes y sonidos, puede provocar la respuesta emocional deseada.

Tenemos a nuestra disposición un sinfín de plataformas, dispositivos y redes sociales, al igual que nuestro cliente. Todos tienen características propias y posibilidades diferentes para explorar al máximo la experiencia de cliente, haciéndola lo más satisfactoria posible.

Es imposible pensar en digital sin que vaya de la mano de inmediatez, al menos para que la experiencia del usuario sea óptima.