¿Estamos digitalizando? Trolleys o desmaterialización…

Por el 20 octubre, 2016

Esta mañana llevaba a mi hijo al colegio y me detuve mentalmente un instante a reflexionar sobre la escena, ya habitual hoy en día… Yo intentaba evitar la irresistible atracción que sienten mis pies por ser aplastados por algún trolley, pero mis sentidos se distraían: mis oídos con una charla sobre youtubers entre dos preadolescentes, mi vista con un niño mostrando a otro un trailer editado con su tablet, mi “orgullo” con no toparme con esa niña que se rió de mí hace unos meses cuando le pregunté qué era eso del snapchat…

Vivimos en una nueva era, ciertamente, y en gran medida esta nueva era nos da enormes oportunidades. Y no me refiero exclusivamente a esta escena que acabo de relatar en la que sabemos y podemos hacer más que antes, y más rápido. Me refiero a múltiples cambios en nuestros paradigmas de la modernidad y del siglo XX y XXI que simplifican interacciones que antes eran complejas:

… ya no necesitas tener coche para conducir tu coche, para eso está el carsharing.

… ya no necesitas llevar ningún tipo de dinero para hacer tus compras (ni siquiera una tarjeta).

… ya no necesitas pasaporte para cruzar algunas fronteras, gracias a la biometría de iris o retina o más “antiguamente” la huella dactilar.

… ya no necesitas entender un mapa y compararlo con lo que estás viendo, con la realidad aumentada hemos logrado revolucionar nuestros paradigmas: el mapa ahora es el territorio…

… esto es digitalización en el día a día, esto es “vivir en el futuro”.

No digo que todo sea más sencillo hoy, pero sí que la revolución tecnológica (y la evolución de la sociedad para acogerla) nos brinda el beneficio de simplificar gran parte de nuestras transacciones, reunir en el mismo dispositivo nuestra agenda, nuestra cartera, nuestro entrenador personal, nuestro entretenimiento, nuestro trabajo…

trolleysSin embargo no todo se ha simplificado, y para ello vuelvo a la escena inicial, en la que me preguntaba esta mañana justo después de que un trolley se subiera a mi zapato: ¿cuántas cosas llevan los niños hoy al cole? Yo recuerdo llevar mis útiles, libros y carpetas en la mochila, a cuestas… Hoy los prácticos trolleys copan las aceras. Está claro que en el cole se pueden dejar unas cuantas cosas, pero siempre vamos llevando y trayendo porque guardamos, o bien nos llevamos tarea a casa.

¡Qué evolución más extraña!, la carga se ha vuelto mayor y no al contrario, un salto al parecer inverso al proceso de simplificación y reducción que suele acompañar a la revolución digital y tecnológica (con la excepción de las pantallas, ahora son cada vez más grandes…).

Sí, es cierto que algunos “coles” ya se están digitalizando…

Los adultos ya sabemos – aunque los niños lo “viven” – que no necesitamos una mochila o maletines para llevar las cosas con nosotros… y es que los libros ya no se cargan “a cuestas”, las notas ya no se acumulan en papeles, los recuerdos se pueden grabar y compartir sin material de por medio, los logros se pueden atesorar sin un coleccionable con fecha de caducidad…
curso_usabilidad_movil

En mi trabajo veo todos los días a personas que participan en cursos de formación y llegan con sus ordenadores, sus tablets, sus móviles, y por supuesto sus libros y su material de formación. Me pregunto por qué, si solo necesitan una cosa… Lo cierto es que apenas empiezan sus cursos la costumbre indica que aparten sus móviles, apaguen sus ordenadores, y se conecten con el entorno. ¡Qué despropósito, si justamente son aquellos los que nos ayudan a estar conectados!

Nuestra relación con la tecnología ha cambiado radicalmente, en muy pocos años.

No me refiero a que yo no tenía móvil en mi primer trabajo “profesional” (y eso fue en el siglo XXI), me refiero a que en esta misma década necesitaba tener coche para conducir mi coche, llevar al menos una tarjeta para pagar, y la realidad aumentada aplicada era ficción futurista. Y ahora, este mismo año, empezamos a pedirle a la gente que “encienda sus móviles” en vez de apagarlos cuando comienzan un curso de formación, para que estén verdaderamente “conectados” con el evento y con lo que está pasando dentro de la sala. Esta es una forma más de digitalizar la formación.

En próximos posts hablaremos más sobre la desmaterialización de la formación, y de cómo la experiencia digital se puede maximizar en un evento presencial, incrementando la utilidad y facilitando no solo la adquisición, sino la accesibilidad al conocimiento y a las comunidades de aprendizaje.

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Sergio Rojo

Sergio Rojo Desde 7 años

El reto será cómo gestionar la posible dependencia ¿Y si un día se va la luz por x motivo varios días?

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    Gema Gómez

    Gema Gómez Desde 7 años

    Curioso el concepto de dependencia, cuando se habla de tecnología… yo lo que me pregunto si hace años se hablaba de dependencia a ir en coche….
    Yo dependo de la tecnología y pretendo además que esta dependencia aumente cada día. Mi modo de vida ha cambiado. Quizá sea interesante empezar a separar “dependencia” de “adicción”, proceso patológico…

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