12 principios pedagógicos del elearning

A semejanza de la formación presencial, los dispositivos de formación elearning deben construirse en función de los objetivos pedagógicos. La tentación de hacer algo vistoso solo por el hecho de que lo sea, no responde a ninguna necesidad (al menos no del formando!).

En definición del contenido del itinerario debe verse todo lo que hemos logrado saber sobre las personas a formar, sobre sus necesidades y perfiles de aprendizaje, así como sobre el contexto en el que van a aplicar sus nuevas competencias. Será como resultado de este análisis, que podremos definir itinerarios, actividades, ejercicios, incluir recursos adicionales, ofrecer una tutoría…

Sin embargo, con independencia de los objetivos, para que el eLearning sea eficaz desde el punto de vista pedagógico, deberá respetar determinados algunos principios pedagógicos clave:

1. El formando en el centro del dispositivo:
El diseño y la construcción de todo el modelo deberán realizarse en función de las necesidades específicas de la población a la que estén dirigidos.

2. El formador como “recurso”:
El formador deberá constituirse como un “facilitador del aprendizaje”, orientando y apoyando al participante a lo largo de un recorrido de formación.

3. Principio de acción:
En la medida de lo posible, se desafiará a los participantes para que pongan en práctica los conocimientos adquiridos a través de la resolución de problemas, de la  manipulación de herramientas, de la relación de conceptos, de la argumentación…

4. La experiencia a través de la práctica:
La formación deberá trabajar el “saber hacer”. La capacidad para resolver problemas en situaciones concretas y de este modo promover la transferencia de conocimientos.

5. El principio de la alternancia:
En cuanto a las modalidades de trabajo y de los métodos pedagógicos (ejercicios, lecturas, casos prácticos…), para así suscitar de forma regular la atención y el efecto sorpresa.

6. El principio del juego:
Los juegos (ej.: simuladores) que permiten crear situaciones percibidas como reales, aunque sin los riesgos y ansiedades del ambiente de trabajo real. Favorecemos la comprensión y el aprendizaje.

7. El principio de la síntesis:
El trabajo de síntesis, que favorece la memorización, puede realizarse a través de análisis, de organización de prioridades y del refuerzo de mensajes clave.

8. El principio del sentido:
Para reforzar un aprendizaje útil a largo plazo, es indispensable que el participante comprenda el sentido del aprendizaje. Cada módulo formativo deberá contener un objetivo definido e indicar la utilidad de los conceptos introducidos.

9. El principio de la formalización:
Todo lo que permita estructurar un contenido: esta formalización deberá servir al principio de la síntesis, construyendo un referencial visual, ordenando la secuencia del aprendizaje y favoreciendo el anclaje de los conceptos.

10. Comunicación previa:
Para crear unos niveles de motivación y de expectativas elevados antes de iniciar la formación, deberemos comunicarnos con los participantes.

11. Plan de acción:
El plan de acción es una herramienta indispensable para concretar la idea de que la formación no termina al final del curso. El plan de acción obliga a cada participante a proyectarse en su realidad profesional y a apreciar de forma concreta cómo transferirá y utilizará lo que ha aprendido.

12. El beneficio de la experiencia:
Para que una formación sea eficaz, deberá centrarse en lo que es real y concreto. El mejor modo de garantizar la transferencia de conocimientos es desarrollando un modelo  con formas de acompañamiento que ayude a los participantes a aplicar los nuevos comportamientos en su lugar de trabajo.

En próximos post, si interesa, iré desarrollando algunas ideas sobre cada uno de los puntos.